jueves, 6 de octubre de 2011

Una historia

Tengo tarea de español: escribir una historia con palabras ciertas. Como siempre es rara y esa vez muy parecida a alguna telenovela.
Una historia  (es una ficción, nada de la vida real).
Mi amiga me contó esa historia. Sus abuelos se encontraron en manera muy original. La abuela (en este tiempo una muchacha muy guapa y joven) tenía muchos admiradores pero no trataba bien con nadie. El abuelo (un muchacho joven sin mucho dinero pero con vanidad grande) estaba enamorado y decidió conquistarla. Le acompañó en un café, y, mientras ella untando mantequilla en el trozo del pan, le dijo que poseía una local grande donde venden emparedados  (el abuelo era chileno y por eso usaba las palabras raras) y que le gustaba su manera de comer pan y que le quería invitar participar en un anuncio comercial de su bocadillería. Le contó que su participación se reflejaría mucho en desarrollo de su negocio. 
No debo explicar a ustedes que el abuelo estaba tomando el pelo.  Sin embargo a la abuela le gustó mucho un discurso de ese hombre y aceptó su oferta.  Y entonces el abuelo le explicó que para que la foto de anuncio comercial sería más nativo, la abuela debía  practicar un poco en comer sándwiches. Es decir que ella debía comer 10 bocadillas grandes. El abuelo las compró y el entrenamiento empezó. Después del séptimo emparedado la abuela tuvo el ataque de pánica y dijo que no podía comer más. El abuelo le preguntó "¿A poco?" y salió del café.
A pesar de eso el día siguiente el abuelo visitó a la abuela y dijo que estaba enamorado de ella, que para no molestarle más el había vendido su bocadillería.  La abuela le miró anonadado pero estaba muy impresionada  y acepto su invitación ir al cine.
Que pasó después y como el abuelo había podido flotar en esta situación amenazada y aun en verdad había podido encabezar una empresa que producía bocadillos ustedes pueden saber en el parte siguiente. 

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